Narcotráfico: ¿opción u obligación?

El narcotráfico es un problema real que mata a muchas personas, pero, en este momento, no es “mainstream”, por lo que lo vamos a desarrollar, mediante el uso de una noticia, para mejor comprender cómo se trafica y cómo se entra en esa vida.

La noticia que vamos a utilizar es la del periódico brasileño “El País Internacional”, una vez que pensamos que esa noticia es perfecta para abordar ese tipo de tramas ilegales, ya que desmonta todo el proceso llevado a cabo por los traficantes de manera que nos permite darnos cuenta de su astucia y adaptabilidad, incluso en la elección de la tripulación. La noticia es de gran relevancia, ya que es la primera noticia que examina de manera detallada el trayecto de un submarino de coca en Europa, así como también alerta a la misma Europa acerca de las drogas que entran en continente europeo provenientes de América Latina. Sin embargo, solo en 2019 se interceptó el primer submarino, lo que es un problema.

No obstante, no hay que olvidar que para muchas personas entrar en la vida del narcotráfico es prácticamente una obligación, porque es traficar o morir, por lo que hay que preguntarse ¿qué está fallando? En países en que la mayoría de la población tiene malas condiciones de vida, donde la política es corrupta y donde en muchas zonas la policía no se atreve a entrar, ya que están controladas por organizaciones ilegales y peligrosas que se dedican a la explotación de drogas y armas, este submundo puede parecer o puede mismo ser la única alternativa para sobrevivir. Entonces, en esas circunstancias, será legítimo ser un traficante de drogas para sobrevivir, ¿para salvar a su familia? ¿No hacíamos lo mismo si nos encontramos en ese lugar y íbamos contra nuestros valores?

Creemos que los traficantes de drogas no sólo están cometiendo algo que es ilegal según la ley, sino que también están contribuyendo a la adicción y al desastre de muchas personas. Sin embargo, también somos conscientes de que es difícil negar nuestro instinto de supervivencia y de proteger no sólo a nosotros mismos, sino también a nuestra familia, por ejemplo, y con ello, no estamos defendiendo a los individuos narcotraficantes ni incitándolos a continuar a su acción, no obstante, reconocemos que una circunstancia delicada como la mencionada, podríamos someternos a este mundo tan desconectado de nuestra realidad y que se opone a todos nuestros valores éticos y morales.

https://brasil.elpais.com/brasil/2019/12/13/internacional/1576232797_250425.html  

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