Miles de personas dejadas sin agua ante las primeras lluvias en ayuntamientos de España.

Las lluvias están arrastrando cenizas de las laderas quemadas, los ríos se están saturando y el abastecimiento se queda en riesgo. Los ayuntamientos reclaman de la mala coordinación entre instituciones a la Xunta.

Agua negra, por los arrastres, en la desembocadura del río Leira, en Vilamartín. BRAIS LORENZO. https://www.farodevigo.es/ourense/2025/11/15/agua-negra-grifo-rios-lodo-123743679.html

En Xagoaza y otras parroquias del municipio de O Barco de Valdeorras, los vecinos observan con preocupación cómo las lluvias arrastran lodo, cenizas y suelo quemado desde las laderas incendiadas del verano hacia ríos y manantiales. La fuerte pendiente del terreno agrava la situación, provocando cortes prolongados en el suministro de agua, como en Veigamuíños, donde llevan casi veinte días sin acceso regular a agua potable.

Las lluvias de octubre confirmaron las advertencias de los alcaldes de Valdeorras: los montes calcinados están colapsando las captaciones de agua y los sistemas de abastecimiento. Ante esta emergencia, los ayuntamientos han tenido que improvisar soluciones, como la instalación de fuentes portátiles, el reparto de agua embotellada o la habilitación de espacios públicos para que los vecinos puedan ducharse, mientras los servicios municipales trabajan al límite para evitar que las cenizas entren en la red.

Los municipios afectados denuncian la falta de una respuesta eficaz por parte de la Xunta de Galicia, a la que acusan de no haber actuado a tiempo para asegurar las laderas tras los incendios. Los alcaldes coinciden en que los trabajos de contención deberían haberse iniciado inmediatamente después del fuego y critican que la administración autonómica confíe en voluntarios de fin de semana para afrontar un problema estructural grave que amenaza con prolongarse durante todo el otoño.

El problema principal en Valdeorras es que las administraciones no trabajan bien juntas. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil hace algunos trabajos para proteger el terreno, pero muchos alcaldes creen que no son suficientes, sobre todo cuando llueve muy fuerte.

La alcaldesa de A Rúa piensa que la Xunta de Galicia debería actuar más y no esperar a que los ayuntamientos pidan ayuda. Por su parte, la Xunta dice que la gestión del dominio público hidráulico en Valdeorras corresponde a la Confederación Miño-Sil y que su zona de actuación es una franja de 100 metros a cada lado del río. Los alcaldes no están de acuerdo y explican que fuera de esos 100 metros hay mucho territorio donde no se hacen acciones. También dicen que se debía actuar justo después de los incendios y que los ayuntamientos no tienen capacidad para hacer grandes obras ni garantizar el agua a los vecinos.

En otra parte de la zona, la Confederación Hidrográfica del Duero asegura que está trabajando con acciones similares y reconoce que se encontraron algunos contaminantes en el agua, aunque dice que no es responsable del control del agua potable.

Los alcaldes denuncian la falta de coordinación entre las administraciones y piden una reunión urgente. Como no ven suficientes acciones, algunas asociaciones y ayuntamientos decidieron ayudar directamente, con voluntarios que trabajan para proteger el suelo y evitar que las cenizas lleguen a los ríos.

El alcalde de O Barco acompaña a Julio a recoger agua en una de las fuentes públicas del pueblo. https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2025/12/06/69298a86e9cf4a1d578b45a4.html

Además de la contaminación visible de los ríos y las captaciones superficiales, también existe un impacto poco evidente pero más grave: la afectación de las aguas subterráneas. Muchas organizaciones, como Greenpeace, que dijo que las lluvias han arrastrado cenizas, metales y contaminantes para los ríos, comprometiendo el suministro de agua potable, y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC),  ha calculado que más de 900.000 hectáreas de masas de agua subterránea se han visto afectadas por incendios en las últimas dos décadas, con un coste superior a los 43 millones de euros.

En el 1 de septiembre, la Xunta de Galicia anunció que había completado “las primeras actuaciones para evitar que las cenizas lleguen a los ríos”, pero fueran limitadas a los municipios de la costa como Ponteceso, Lousame, Meaño, Agolada y Vilaboa, dejando fuera precisamente las zonas más afectadas de Ourense, que pertenecen a las demarcaciones del Miño-Sil y Duero, de competencia estatal.

Mientras estén estos avisos todos, las administraciones siguen discutiendo sobre de quién son las competencias, o sea, están en una guerra burocrática que deja a miles de vecinos sin agua potable. Varios políticos criticaron estas acciones y dejaron su opinión sobre lo que iría a acontecer futuramente, como María Albert, que advirtió: “Va a ser un invierno muy complicado”, y Aurentino Alonso, que dijo: “Tenemos la sensación que teníamos con los incendios del verano, una descoordinación total. Llevamos pidiendo una reunión con las administraciones desde el primer día”.

Fuentes:

https://www.elsaltodiario.com/galicia/primeras-lluvias-incendios-dejan-agua-potable-miles-vecinos-ourense

https://www.farodevigo.es/ourense/2025/11/15/agua-negra-grifo-rios-lodo-123743679.html

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2025/12/06/69298a86e9cf4a1d578b45a4.html

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