Las muestras del asteroide que podría chocar con nuestro planeta fueron recuperadas por la misión Osiris-Rex de la NASA
La misión Osiris-Rex de la NASA ha alcanzado un destacado logro al traer con éxito muestras del asteroide Bennu a la Tierra, marcando un hito histórico para la agencia espacial estadounidense. La nave espacial lanzó la valiosa carga desde el espacio, a 800 kilómetros sobre la superficie terrestre, antes de dirigirse hacia Apophis, otro asteroide potencialmente peligroso que será el foco de la versión extendida de esta misión en los próximos años.
Simultáneamente, la cápsula de muestras emprendía su viaje hacia el desierto de Utah, enfrentando un ingreso vertiginoso a la atmósfera terrestre a una velocidad de 12 kilómetros por segundo y experimentando temperaturas extremadamente altas de 2,800ºC durante unos minutos. Este emocionante evento fue transmitido en vivo por la NASA y capturado por telescopios en todo el mundo. En las imágenes se pudo observar la cápsula, que tenía aproximadamente 80 centímetros de diámetro.
Para garantizar un aterrizaje seguro, se desplegaron paracaídas que redujeron la velocidad de la cápsula antes de suavizar el aterrizaje. A las 16:55 (hora española), las muestras tocaron la superficie terrestre en una zona deshabitada dentro de un área militar.
El científico jefe del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, Jim Garvin, expresó su emoción durante la transmisión desde el lugar de aterrizaje al declarar: «¡Aterrizaje para la ciencia! Por primera vez en la historia, hemos traído a casa regalos de este tipo de objeto. Esto es un logro monumental y todos estamos aliviados».
Tras el exitoso aterrizaje de la cápsula, el siguiente paso implica que los equipos de tierra trabajen durante aproximadamente tres horas para recuperarla. Luego, se llevará a cabo un proceso para evitar la contaminación con el suelo terrestre y se tomarán fotografías detalladas en busca de información sobre cada segundo de su descenso. Posteriormente, la cápsula será transportada a una sala blanca temporal. Ahí, se realizarán análisis preliminares. En esta sala, se mantendrán alejados los contaminantes terrestres de las muestras, para que sea posible preservar su pureza para análisis científicos.
Los primeros datos indican que se han recolectado aproximadamente 250 gramos, un récord en la cantidad de material recuperado. En las próximas horas, las muestras serán trasladadas al Centro Espacial Johnson (JSC) de la NASA en Houston, donde serán conservadas e investigadas.
Bennu se destaca como uno de los asteroides conocidos más cercanos y grandes, con aproximadamente 500 metros de longitud. Aunque actualmente se encuentra a unos 300 millones de kilómetros de la Tierra, su órbita alrededor del Sol es similar a la de nuestro planeta, lo que significa que periódicamente se acerca a nosotros. Hasta ahora, sus acercamientos han sido inofensivos. No obstante, existe la posibilidad de que en el futuro se acerque demasiado, lo que hace que esta misión sea aún más relevante para la seguridad planetaria.
Además de las consideraciones técnicas y de seguridad, Bennu es un asteroide de gran relevancia, dado que nos permite explorar los inicios del Sistema Solar. Se cree que se formó hace aproximadamente 4.500 millones de años y ha permanecido relativamente inalterado desde entonces. En los años venideros, se espera que estas investigaciones desvelen los misterios de Bennu y enriquezcan nuestra comprensión del universo.