La moda rápida y su impacto ambiental

Deberíamos utilizar?

Actualmente, la moda rápida es una presencia dominante en el mundo de la moda debido a diversos factores como los niveles financieros, los constantes cambios, la conveniencia y accesibilidad en línea, y los lanzamientos frecuentes de colecciones que cativan cada vez más a la sociedad, especialmente a los jóvenes.

Este concepto surgió en la década de 1970 con la industria de la moda rápida en medio de la crisis del petróleo, pero solo se definió con este término en la década de 1990 para expresar la rápida alteración de los modelos de negocio de la moda por parte de grandes empresas de la industria textil. La moda rápida emite más del 400% de emisiones de carbono solo para producir prendas comunes. Obviamente, este consumo constante y los cambios traen algunas consecuencias ambientales para el planeta debido a que el consumo de prendas de vestir está directamente conectado con las tendencias que especialmente cativan a la población, ya que permite una conexión con la moda de manera económica.

La moda rápida se ha intensificado exponencialmente con la globalización, ya que permite que diversos productos sean globalizados y que proporcionen una red de tiendas en todo el mundo, producidas a gran escala, aunque la distribución acaba siendo fragmentada entre los países para dar la sensación de exclusividad a los consumidores.

Sin embargo, la cuestión central sobre este tema es si esta forma de producción es sostenible. ¿Es un término amigable con el medio ambiente? Cuando analizamos la moda rápida y pensamos en la gran escala de producción que este término fabrica, junto con los diversos problemas ambientales que surgen y aumentan exponencialmente en el mundo, la mayor preocupación de los activistas es las emisiones de gases de efecto invernadero para producir bienes de manera constante.

Según algunos sitios web, expertos y Climate Seed, la industria textil es responsable del 10% de estas emisiones, con 1.7 millones de toneladas de CO2 emitidas actualmente. Hay datos que indican que las prendas de moda rápida se utilizan en promedio menos de cinco veces y terminan generando un 400% más de emisiones de carbono que las prendas comunes, que en promedio se utilizan más de 50 veces. Todo esto se debe a la forma en que se producen estas prendas, mediante el uso de fertilizantes, pesticidas, petróleo y transporte, sin mencionar las condiciones en las que los trabajadores realizan este proceso, las condiciones precarias que tienen y el trabajo esclavo en varios países de Asia.

Claro que dentro de una lógica de mercado, las marcas alimentan este fenómeno, con ciclos de producción y ventas más cortos y rotativos, esta mano de obra extremadamente barata permite un mayor volumen de ventas y la posibilidad y mantenimiento constante de precios promocionales.

El surgimiento de prendas vintage y del concepto de reutilización de prendas de familiares y amigos a través de TikTok, junto con el «thrifting», despierta conciencia entre los jóvenes sobre el uso de la moda rápida. Cada vez más, la utilización de aplicaciones como Vinted y mercados de segunda mano ayuda a combatir el constante consumismo y las emisiones de gases.

La necesidad de dejar de consumir en exceso solo por consumismo necesita detenerse y solo sucederá cuando cada persona comience a hacerlo y tome conciencia. Por lo tanto, si estás leyendo esto, el cambio comienza contigo y, por más pequeño que creas que pueda ser, es necesario.

https://www.ecycle.com.br/fast-fashion

https://expresso.pt/sustentabilidade/2024-01-30-Fast-Fashion-e-o-virus-do-consumo-inconsciente-29349306

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