Oporto, ciudad de historia y modernidad, con una población de 1.329.000 habitantes, ofrece una experiencia única a todos los viajeros, que se marchan con un montón de recuerdos. Sus encantadoras y estrechas calles y sus coloridos edificios encantan a los visitantes durante todo el año. Oporto es conocida por sus atracciones turísticas, como la Livraria Lello, el puente Dom-Louis y el histórico barrio de Ribeira, así como por su gastronomía única. Pero es el vino de Oporto el verdadero espíritu de la ciudad, una bebida tan intemporal como el río que serpentea por la ciudad. Un destino lleno de vida, tradición y sabor.
¿QUÉ VISITAR?
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Oporto, ciudad donde se unen pasado y presente, le invita a pasear por su centro histórico, Patrimonio Mundial de la UNESCO, repleto de monumentos emblemáticos como la estación de São Bento, decorada con azulejos azules y blancos, y el famoso puente Dom Luís I, que une Oporto con el barrio de Vila Nova de Gaia.
Este encanto se refleja en sus atracciones, como la mundialmente famosa Livraria Lello, una joya de la arquitectura neogótica que incluso inspiró los libros de Harry Potter, o la Iglesia de São Francisco, cuyo arte barroco se funde armoniosamente con el alma de la ciudad. Luego, a cada paso, la huella del tiempo se revela en los edificios del Palácio da Bolsa y del Museu de Serralves, donde pasado y modernidad se codean sin llegar a fusionarse. La Torre de los Clérigos se alza orgullosa en el cielo de Oporto, guiando la mirada de viajeros y lugareños.
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Este diálogo entre el ayer y el hoy continúa a través de la gastronomía local. Si el marisco fresco le sumerge en la autenticidad de los sabores atlánticos, la francesinha, plato típico portugués, le invita a una sorprendente aventura gustativa. El bacalao es una especialidad ineludible en Portugal, y cuenta la leyenda que existen más de 300 recetas a base de bacalao, por lo que se puede comer todos los días del año de las formas más variadas. Este famoso plato suele prepararse con bacalao, patatas, huevos cocidos, aceitunas, aceite de oliva, perejil, ajo y cebolla. Este plato típico combina a la perfección con vino de Oporto tinto o blanco. Esta ciudad con sabor a pasado también deleita con sus tradiciones culinarias.
Ninguna visita a Oporto estaría completa sin sumergirse en su vino único. Paseando por el Duero, podrá explorar las bodegas de Vila Nova de Gaia, donde cada copa de Oporto cuenta una historia rica y profunda. Disfrutar de una cata a lo largo del río es un verdadero viaje sensorial, una oportunidad para saborear el alma de la ciudad, donde el sabor, la historia y la atmósfera se combinan para crear una experiencia inolvidable.
Oporto no tiene nada que envidiar a Londres ni a París, ni siquiera a su hermana mayor Lisboa. Sólo espera que visite esta increíble ciudad rebosante de historia!
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