Han resultado ganadores Katalín Karikó y Drew Weissman por el avance de la vacuna contra el COVID-19
Es una noticia emocionante y significativa que la Academia Sueca haya otorgado el Premio Nobel de Fisiología o Medicina a Katalín Karikó bioquímica húngaro-estadounidense y Drew Weissman, profesor de Medicina en la Universidad de Pensilvania, por su trabajo en la vacuna basada en ARN mensajero contra la COVID-19. Este reconocimiento es un testimonio del impacto positivo que la ciencia y la investigación pueden tener en la vida de las personas.
El jurado destacó que sus innovaciones cambiaron fundamentalmente la comprensión de cómo interactúa el ARN mensajero con el sistema inmunológico.
Weissman ha sido galardonado por sus descubrimientos fundamentales que permitieron desarrollar vacunas de ARN mensajero efectivas contra la COVID-19 durante la pandemia que comenzó a principios de 2020. A través de sus innovadores hallazgos, que revolucionaron nuestra comprensión de cómo el ARN mensajero interactúa con nuestro sistema inmunológico, estos premiados contribuyeron de manera crucial a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas para la salud humana en tiempos modernos.
En 1995, Karikó enfrentó un dilema cuando le diagnosticaron cáncer y la Universidad de Pensilvania le dio la opción de dejar de investigar el ARNm o perder su puesto en la facultad. Optó por continuar investigando, aunque eso significara una reducción de categoría y un recorte salarial significativo.
Fue entonces cuando se unió a Weissman, quien estaba interesado en las células dendríticas y su papel en la respuesta inmunitaria. Su colaboración se centró en cómo diferentes tipos de ARN interactúan con el sistema inmunológico.
El avance significativo ocurrió en estudios publicados en 2008 y 2010, cuando Karikó y Weissman demostraron que el ARNm modificado con bases específicas aumentaba considerablemente la producción de proteínas en comparación con el ARNm no modificado. Estos descubrimientos eliminaron obstáculos cruciales en el camino hacia la aplicación clínica del ARNm, al reducir las respuestas inflamatorias y aumentar la producción de proteínas.
La tecnología de las vacunas de ARN mensajero es altamente flexible y rápida en su desarrollo. Esto allana el camino para su uso en vacunas contra otras enfermedades infecciosas en el futuro, así como para administrar proteínas terapéuticas y tratar ciertos tipos de cáncer.
El interés en la tecnología de ARNm creció, y varias empresas comenzaron a trabajar en su desarrollo. Después del inicio de la pandemia de COVID-19, se desarrollaron rápidamente vacunas de ARNm basadas en estas bases modificadas, las cuales codificaban la proteína de superficie del virus SARS-CoV-2. Estas vacunas demostraron una efectividad del 95%, y ambas fueron aprobadas en diciembre de 2020.
Ambos galardonados también recibieron el Premio Princesa de Asturias en el año anterior y el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en 2022 por motivos similares.
Este premio Nobel resalta el valor de la investigación científica y su capacidad para abordar desafíos globales, como la pandemia de COVID-19 y destaca la importancia de la colaboración entre científicos de diferentes países y la persistencia en la búsqueda de soluciones innovadoras.
Fuentes: https://elpais.com/ciencia/2023-10-02/concesion-del-premio-nobel-de-medicina-2023.html
https://www.eldiario.es/sociedad/premio-nobel-medicina-2023-vacunas-arn-covid_1_10561916.html
https://www.otempo.com.br/mundo/nobel-de-medicina-2023-vai-para-pesquisadores-das-vacinas-contra-a-covid-19-1.3245583