Contaminación en China: ¿se necesitan cambios?

¿Cómo puede un país reducir drásticamente sus niveles de contaminación en tan poco tiempo? China es un ejemplo sorprendente. Con un enfoque multifacético que incluyó políticas estratégicas y recursos significativos, China muestra que el cambio ambiental es posible.

Figura 1: la Ciudad Prohibida de Pekín en 2013, en un día de mucha contaminación.

En un tiempo récord, China ha logrado un avance significativo en la lucha contra la contaminación del aire. Enfrentando un problema que afecta a gran parte del mundo, el país ha reducido la polución del aire un 40% en solo siete años.

Según BBC NEWS, desde hace varios meses los expertos en clima han especulado con que las emisiones de dióxido de carbono de China -el mayor contaminante del mundo- alcanzaron su punto máximo y empezaron a revertir su crecimiento.

Conforme a La Vanguardia, China ha anunciado por primera vez que pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento. Su plan es recortarlas entre un 7% y un 10% para el 2035. Así lo indicó el presidente Xi Jinping, en la cumbre del clima convocada el miércoles, en Nueva York por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

De acuerdo con El Diario Español, Xi Jinping se comprometió a que el consumo de energía no fósil en el país represente más del 30% del consumo total de energía, e instalación de 3,6 gigavatios de capacidad de energía solar y eólica, más de seis veces el nivel de 2020.

Según El Pais, el anuncio de China ha dejado una sensación agridulce entre los activistas y expertos en la lucha climática, porque está muy por debajo del recorte de como mínimo el 30% que muchos analistas le reclamaban. “Lo que se presenta hoy todavía se queda corto. “Con esta NDC actualizada, China tiene la oportunidad de demostrar si puede convertir su liderazgo renovable en un verdadero liderazgo climático”, ha añadido por su parte Ramón Mendez Galain, presidente de la organización REN21.

Este anuncio muestra una intención de avanzar hacia una economía mas sostenible, aunque las medidas todavía parecen insuficientes para alcanzar los objetivos climáticos globales. Mientras algunos reconocen el esfuerzo inicial y el potencial de liderazgo renovable del país, muchos expertos y activistas consideran que se necesita un compromiso más ambicioso para enfrentar de manera efectiva la crisis climática mundial. El reto de China será demostrar que sus promesas no se quedan en el papel, sino que se traducen en acciones reales con impacto positivo para el planeta.

Bibliografia

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