Sociedad global digital

En una nueva sociedad global digital, como la que vivimos actualmente, donde la difusión inmediata de información moldea la forma en que percibimos el mundo, surgen desafíos inéditos en cuanto a la difusión de información confiable en los diversos medios de comunicación (periódicos, redes sociales, foros digitales, etc.). Es en este contexto que surge el social engineering, en español ingeniería social, una forma de manipulación tecnológica que emerge como una herramienta capaz de generar y difundir información de diversas maneras, dirigida a públicos específicos. Este fenómeno plantea la preocupación de que, en determinadas situaciones, información falsa o sesgada pueda distorsionar las percepciones de la opinión pública.
La ingeniería social se refiere a prácticas manipulativas que tienen como objetivo engañar o influir en personas para obtener información confidencial o acceso a sistemas determinantes, con el fin de beneficiar al ‘manipulador’. Este tipo de prácticas explora la naturaleza humana y la tendencia de las personas a confiar e interactuar con otras. También pueden explorar el subconsciente humano con mensajes subliminales o a través de la entrega constante de contenido sobre la misma temática. En términos de ciberseguridad, la ingeniería social representa una amenaza significativa, ya que tiene la capacidad de comprometer la privacidad de los usuarios, cometer fraudes o violar sistemas de seguridad corporativos. A menudo, la información se trata y se crea de manera quirúrgica para generar estrategias comunicativas dirigidas a un nicho con diversos objetivos, como influir en el poder de voto de los electores, por ejemplo, en el caso de elecciones electorales.
Ante este fenómeno de la nueva era digital, es necesario crear herramientas e instruir a los usuarios para que estén más capacitados para combatir los intentos de fraude. Los gobiernos tienen el deber de respaldar iniciativas de formación y concienciación para hacer frente a este fenómeno, ya que en algunos casos, la falta de conocimiento puede llevar a la corrupción de sistemas importantes en el funcionamiento de los diferentes sistemas informáticos del país. Algunas de las medidas de protección y combate a este fenómeno pasan por la educación y la familiarización con el mismo. Se recomienda la implementación de sistemas de verificación y control, como contraseñas fuertes o varios procesos de autenticación diferentes, que dificultan el acceso a la información por parte de los invasores. También se sugiere realizar actualizaciones de software, así como de los programas antivirus, para subsanar posibles vulnerabilidades. Por último, los usuarios deben monitorear constantemente la presencia de posibles amenazas, contactos o enlaces sospechosos, para evitar fraudes o intrusiones en el sistema.
En resumen, la difusión de desinformación, las campañas de phishing dirigidas a objetivos clave y la explotación de vulnerabilidades psicológicas son aspectos preocupantes que activan las alarmas sociales, distorsionando el sentimiento de confianza de los ciudadanos.

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