Intento tras intento, el resultado es siempre el mismo. Carles Puigdemont vuelve a desaparecer sin conseguir nada.
Echemos un vistazo a su historia y a los tiempos que pasó en su país natal, que siempre acabaron en decepción.
«¡Visca Catalunya lliure!» pronunció Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña, en un suelo catalán el 8 de agosto, antes de dispersar rapidamente. Puigdemont pledió la región por primera vez desde su exiliación hace siete años, debido an una orden de detención dictada por el Tribunal Supremo de España por su participación en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y su posterior declaración unilateral de independencia, que fue suspendida poco después.
Dos días antes de la sesión de investidura de Illa, el 6 de agosto, Puigdemont llegó discretamente a Cataluña, según la información divulgada por Jordi Turull, secretario general del partido Junts.
Vio el passage fronterizo AP7 de La Jonquera, entró en Cataluña, donde se refugió en un piso hasta el día 8, el cual hizo su aparición pública y posteriormente desapareció. Debido a la gran presencia policial y al peligro de ser detenido, decidió no ir al Parlamento. Hacia las 13:00, decidió regresar a Waterloo, cambiando de escondite a las 14:00 y viajando de un aparcamiento a otro en un automóvil que tenía parasoles en las ventanillas para evitar ser descubierto.
La opción del Mossos d’Esquadra para capturarle ya estaba en marcha, pero, según Turull, Puigdemont tenía dos opciones: resistirse o dejarse detener.
En el principio, los Mossos declararon que habían localizado a Puigdemont; sin embargo, según Turull, si habrían logrado lo mismo, hubieran sido detenidos. El líder afirmó que si Puigdemont hubiera utilizado los guardias de seguridad que solicitó como expresidente, la situación habría sido distinta, ya que esto habría permitido a la policía conocer su paradero.
Puigdemont se presentó en un intento de cumplir parcialmente su promesa de regresar a Cataluña para la toma de posesión como presidente de la Generalitat del líder del PSC, Salvador Illa. En las cercanías del Parlamento catalán, pronunció un discurso ante cientos de simpatizantes.
No obstante, no acudió a la sesión parlamentaria después de las elecciones de mayo, en las que Junts ganó tres escaños más que en las elecciones anteriores, sumando 35 diputados y convirtiéndose en la segunda fuerza en el Parlamento, por detrás del PSC.
Después de una corta visita a Barcelona, el magistrado Pablo Llarena solicitó a las autoridades involucradas, incluyendo al Ministerio del Interior español y a los Mossos d’Esquadra, información detallada sobre el plan para detener a Puigdemont y llevarlo a cabo, ya que la orden de detención contra él sigue en vigor.
Junts rechazó cualquier acuerdo con los Mossos y precisó que la intención de Puigdemont al ingresar y escapar de Barcelona era desafiar a los magistrados del Tribunal Supremo, quienes no cumplieron con la ley de amnistía. Turull afirmó que Puigdemont tenía la intención de evitar la impresión de ser arrestado por los Mossos. Aunque había propuesto que retiraría su participación si no fuera investido, parece que Puigdemont continuará teniendo un papel importante en Junts y tiene muchas posibilidades de ser elegido presidente del partido.
Cuándo acabará este culebrón de Puigdemont, quizás nunca, pero una cosa es cierta, el hombre tiene coraje y lucha por sus principios. Aquí hay una imagen de todas las entradas de Puigdemont.
Fuentes:
https://elpais.com/espana/catalunya/2024-08-08/el-periplo-de-puigdemont-los-hitos-esenciales-de-sus-dos-fugas-en-siete-anos.html
https://www.publico.es/politica/segunda-fuga-carles-puigdemont.html
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/espana/2024/09/02/puigdemont-estuvo-11-horas-escondido-barcelona-tras-fuga/00031725276036696148847.htm